• ES DICIEMBRE,  Poema

    ESPERANZA

    ESPERANZA Fernando Galeana Padilla. Hay líneas auténticamente sorprendentes, llenan esas ideas irremediables que entretienen en la ausencia de algo mejor que hacer. El tiempo cómplice compañía recordándote que no hay aves en la isla donde se asoman las ideas, disfruta mucho. No sabría manifestar mejor ocasión a la vida que la mirada genuina diciendo todo ahora mismo. Tocan los violines de una imaginación convertida en la música que no tiene horarios de concierto. En la tranquilidad de la obsesión gastada te acurrucas para esperar que el invierno llegue a congelar tus sueños. Puede un día ser mejor que otro, algo así como las frases recurrentes que se anuncian en las…

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    Podcast,  Poema,  POETAS DE GUERRERO,  Puerto de Poetas

    LAS CUERDAS DE LA NORMALIDAD

    LAS CUERDAS DE LA NORMALIDAD Por Fernando Galeana Padilla Mientras los perros ladran, vociferan, filosofan, camino junto con ellos. Bostezos optimistas entre las reflexiones. Pararon las celebraciones, las luces que encendieron las esperanzas pirotécnicas, se acabó la borrachera. Las cuerdas de la normalidad paulatinamente van jalando parejo, las olas permanecen, nunca han cesado, ese ritmo acompañado al corazón costeño celebra siempre. Ahora se escucha entre ladridos y un viento susurrante, todo esto me conmueve me hace cursi pero también consciente. Puedo percibir una palabra naciendo como cuño de expresión exacta, me identifico, me la quedo y les comparto: Cursiente. Así suena este día, así me siento. Ladran los perros, aúllan,…

  • Sendos caminos aventuraban una mano de signo conocido, miradas que el viento llevaba, quedaban lejos. Te atrapa una experiencia dijo la voz ajena, simbólicamente la esperanza se define diferente en cada gente, pero veía una paloma.
    Poema

    SENDOS CAMINOS

      Sendos caminos aventuraban una mano de signo conocido, miradas que el viento llevaba, quedaban lejos. Te atrapa una experiencia dijo la voz ajena, simbólicamente la esperanza se define diferente en cada gente, pero veía una paloma.   Quiso decir lo acostumbrado, se oyó hablar sin reconocer su voz, nostálgicos cantos se escucharon desentonados.   Después que el silencio se fue a casa, sintió la soledad apretada, se desnudó consintiendo su cuerpo demandante de frescura.   Eran las horas que giraban como flor de girasol, en sus pétalos jugaba con las dudas, peleando contra las plagas causantes de locura.   Hubo un instante de reluciente sueño, que despertó el quehacer…