
Con un rostro amarillo
Con un rostro amarillo.
Fernando Galeana Padilla.
Huele el calor, cuando llega mayo es una costumbre aquejándonos en las inmediaciones cotidianas, hoy precisamente no me importa, me siento alegre, gozo de una especie de inmunidad paradójica.
Las plantas mecen con su sombra esos optimismos, costa que trasciende con su brisa y sus sonrisas, las quejas se oyen con una típica picardía, nos revientan las olas y la temperatura baja.
No es que el calor huya, pero entiende que no puede dañarnos, busca a los más débiles, el sol escarba en las nubes y atestigua con un rostro amarillo que recuerda las genuflexiones infantiles.
Ya mayo está despidiéndose y eso permite pensar en los finiquitos, cada pendiente que dejamos, quisiera saber qué responder a la muerte cuando llegue, ahora es mejor la vida calurosa, sudarla igual que un día de santo o cumpleaños.
Domingo 30 de mayo de 2021.

