La experiencia del círculo.
La experiencia del círculo.
Por Fernando Galeana Padilla.
Suena el cuenco.
El viento rosa el cuerpo
depositado en el oleaje
de pertenecer a un momento cauto,
lentas ondas de brisa matutina
insistiendo en el ánimo de un día insólito.
Abrimos las ventanas al mundo
de un sonido único, armónicas frecuencias
latiendo el universo de seres vivos,
aquí extiende sus brazos el infinito,
se siente una marea donde levitas por
exactas coordenadas de bienvenida,
rayos de luz disipándole fragancias a la
más elemental disposición de la experiencia.
Aquí no hay las frases que definen algo,
el lenguaje dejó de ser el remo en que
se apoyaba el navegante en su barcaza.
Damos cuenta de lo poco usado el recurso humano,
su exploración. Mueve un silencio ancho las
señales refrescantes de la vida,
lo valioso que es agradecer por ello;
por donde inicia el círculo se habita
con displicencia, una estación se transforma en otra,
a través de la idea común de: piensa muchas veces sin
sentido y no llegamos a ninguna parte.
A través de la percepción desarrollamos tal potencial que maravilla.
Este círculo que inició con el más sencillo trazo va a cerrar,
las hojas retornarán con diversos colores
en la estación siguiente. No quiero interpretar lo
agradecido o dichoso que pudiera estar,
sólo ahora seguiré despierto, respirar y
dejarme respirar por ti,
hasta el final del círculo, universo.
Suena el cuenco.
Diciembre 8 de2018.