CINÉFILOS (Cuento)
Las ventanas parecían no existir con las cortinas abajo,
cerrado el amplio espacio de un cuarto dividido, acalorado.
– Si fuéramos personajes de una película en esta escena en la cama,
tú y yo haciendo el amor aburriríamos al espectador tan habido de violencia.
Tú que has visto cine toda tu vida y gran parte conmigo,
cómo desarrollarías la escena.
Si prometes no reírte y masajearme los pies te respondo,
Dime que ya tengo mis manos dispuestas, amor.
Comenzaría con el soplo del viento moviendo las palmeras,
un close up a los pies que flotan en el movimiento de una hamaca,
gaviotas volando sobre la playa alegre,
caricias que se expresan en la imaginación de la creativa cámara
observando el mecer de una red hilada que teje el amor abrazado en su fresco vientre.
Una caída, detiene la escena con la fotografía hermosa de un coco,
en cámara lenta se parte en pedazos salpicando su agua y su carne blanca,
entonces el continuo de las olas brinda el musical entorno, lo que era un sol,
deja ver estrellas en la intimidad de un tiempo que protagoniza el placer de la vida.
Al gritar ¡Corte! Tú eres Director, guionista, actor, espectador,
de ese fantástico cine que también produces, distribuyes y ahora comentamos.