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    INVASIÓN AUDITIVA

      Distraigo los ruidos que aquejan la existencia, los que impiden concentrarme, los que desvían los propósitos de parabienes, esos que atentan al pensamiento, que irrumpen, que molestan, que se ubican sin invitación; esos ruidos mal habidos, que ni de acuerdo nos ponemos en clasificarlos, porque a mi me incomodan, me distraen y otros gozan y/o toleran, hemos creado sonidos de tortura que no mueren, que nos matan, enloquecen; virus auditivos que enferman.  Me gustan los sonidos naturales, las conversaciones amistosas, tus sonidos en la cama, tu voz que llama, el canto alegre y tu risa a carcajadas.  Pinche ruido, carajo, que se vaya a la chingada.     GAPFER