ME SOBRA UN DÍA
ME SOBRA UN DÍA
Por Fernando Galeana Padilla.
Me sobra un día
lo traigo de reserva para cualquier circunstancia
lo traigo como este dolor de cabeza que
penetra mi parental y occipital, lo voy cargando,
lo desempolvo a cada rato.
ni quiero gastarlo en mí, seguirá sobrando, no me falta,
me sobra, me sobra.
Es un día, sólo un día, qué es un día,
se vuelve cada vez una carga, pero no quiero darlo
a cualquier gente, pienso que no todos necesitan,
un día quizás no es mucho, pero me sonríe, se siente importante,
Cree que será fundamental en la vida de alguien,
en la mía y yo no lo quiero, a mí me sobra,
habrá quién lo necesite, quien ande solicito de tiempo,
esos que nunca les alcanza para hacer grandes o pequeñas cosas,
para hacer la diferencia.
Me hubiera gustado darle este día
a mis familiares muertos, a los amigos,
en ese momento no pude, no tenía ahorrado nada,
en ese tiempo la vida se sostenía diferente.
Pondré un anuncio en el periódico, en las redes sociales,
seguro encuentro alguien que, si lo requiera, que sea ocasión de fiesta,
de avanzar un poco, una danza más de la alegría, oportunidad de ver esos paisajes,
de perdonar, de latir fuerte en los corazones amados, de cerrar el ciclo completo.
A veces me pregunto si me hará falta en el futuro pero no importa,
alrededor sólo hay vacío, un espacio amplio que no tiene llenadera,
las olas de la playa han cambiado, son el plástico de una sociedad violenta,
el mar se ha vuelto el drenaje de una nación que no se recupera, la mentira flota,
se respira, ya no preocupa el plomo y el ozono, es el viento corrupto de un estado descompuesto, inútil.
Sí, me preocupa que no pueda entregar este día que guardo para darlo; en cualquier esquina te roban,
objetos banales: la cartera, el celular, el auto, el reloj. Eso parece que no importa,
se recupera con más trabajo, con más pobreza acumulada, te resignas.
Quién querrá este día, quién que verdaderamente lo ocupe, que sea la diferencia,
encuentre las imágenes perdidas, las esperanzas, las lágrimas alegres desengañadas,
la nación entera tomados de la mano, generosos,
heroicos guerreros que se salvan de la opresión acostumbrada,
que no esperan al gran tlatoani, ni salvadores religiosos que curan todo.
Este día lo esparciré, que llegue a todo México,
que sirva para liberarnos, que nos aporte la fortaleza necesaria,
cada elemento, que nos alcance para lograr la brillantez del pensamiento,
la energía, el conocimiento, para hermanarnos,
para desenterrar las pirámides y sus códices,
para sacudirnos la violencia y el mal gobierno,
para hacernos una limpia,
para reparar las escaleras de nuestra raza cósmica.