ALGO PARA REDEFINIRSE SIEMPRE
Algo para redefinirse siempre.
Fernando Galeana Padilla.
Traba la lengua cuando te sientes nervioso, uno no sabe a ciencia cierta por qué, cuando escribes una letra tan bonita y te lo dicen constantemente por todos lados al mostrar mis escritos. Pero no vaya a hablar sintiéndome involucrado porque se rompe cualquier encanto sugerido en la apariencia, la voz no es mala, me oigo bien, a veces canto incluso y aplauden, el hecho es saber controlar lo que siento al decir algo, si me involucro ya perdí, se me cierra la garganta, repito palabras, no se oye mi voz, tiembla mi boca de una forma descontrolada. Vi una vez en el cine una película que entre otras cosas trataba de un personaje que iba más o menos igual que yo. La ficción, la realidad es algo para redefinirse siempre, en cada caso. Admiro a esos intelectuales que no pierden el hilo que van deshebrando y nos resulta en la atención absoluta de la historia que cuentan. Así quisiera ser, he leído, estudiado hasta el doctorado, salí de cada etapa de preparación avante y a pesar de eso en serios momentos en la vida me convierto en el peor hablante, una sensación muy incomoda me atrapa, juega conmigo y las herramientas, el respirar, las estrategias ensayadas fallan. He pensado en ver otros terapeutas, hacer nuevos ejercicios, molestar a los amigos, a otros amigos para no cansar a los que ya molesto. Te comento que esto no me pasa muy seguido, solo cuando le hablo a alguien que me gusta mucho, con quien quisiera tener una relación amorosa, que me mueve la emoción del asombro en la belleza.
Te debería decir los antecedentes de cómo surgió esta situación, comprenderías inmediatamente el motivo y eso me aliviaría, sería tan fácil, algo muy sencillo en apariencia de decir y no puedo. Son cuestiones de índole personal, tabúes, cada persona pasa por muchas de ellas y así como yo se imposibilita para expresar abiertamente lo que siente, lo que le ha afectado.
No tendrá sentido contigo ir a recorrer ese pasado, me disculpo y a la vez te salvo de nuevo para no involucrarte en estas circunstancias complejas de una experiencia de vida.
Entiendo tu insistencia y que eso me sirve para tener otra posibilidad de enfrentar lo que me afecta a veces y que tú te diste cuenta y sigues aquí escuchándome, paciente, tolerante, respetuosa y sobretodo el brillo de tus ojos que abren un lenguaje especialmente importante donde me entero de tu interés por lo que digo, tu seguimiento a esta conversación.
Me, me, me gustas. Yo, yo, tú, tú, me, me, me gustas. No di, digas, nada ahora, sé, sé tu respuesta… ¿Qué importa el lenguaje, la voz, la escritura, cuando se esta enamorado? Parece nada difícil recuperarse cuando estoy emocionado, no podré seguir de esta forma contigo, los temores de no ser aceptado vuelven a a a hacerlo, lo lo logran detener el fluir de mis palabras, me avergüenza, me disgusta, tú tú tú me estás abra zando, me be besaste, me me estás qui quitando la ca mi mi sa.