NUESTRA VOLUNTAD DE SABER (Copal)
Nuestra voluntad de saber (Copal)
Fernando Galeana Padilla.
En realidad solo quería chocolate y pan, esas tradiciones mueven emociones diferentes, he pretendido seguirlas pareciendo saber de qué trata haciendo espacio para conocer a fondo el origen.
Las flores coloreando el horizonte hacen notar sin darnos cuenta que avanza el tiempo de llegar, de convertirnos en la visita, en los protagonistas huesudos con cuerpo espiritual dibujando sonrisas parecidas a las mundanas.
Por si existiera un diálogo ensayamos qué decir, voces que lloran se escuchan en su dolor a ratos donde la memoria habita un recuerdo de lo que fue vivir juntos, alguna ternura, el remordimiento de la consciencia o la anécdota atravesada en risa imposible de parar.
El Copal es un olor que agota al permanecer mucho tiempo oliéndose, es igual al querer contar uno por uno y decir sus nombres de los desaparecidos y asesinados con saña e impunidad, todos esos muertos juntos metidos en nuestras cabezas para recordarnos hacer justicia.
El papel de múltiples colores seleccionados en esta ocasión mueven la imaginación, refieren nuevos significantes, esperanzas para desear una muerte que no se sienta, que no asuste y no sea cruel.
La música es esa estaca que se clava haciendo surgir el dolor, un hecho para no permitir declarar fácilmente que el chocolate, el pan y las fritangas estuvieron deliciosas, decir tal vez el próximo año me maquille o haga un mejor altar.
Para variar nos levantamos temprano visitando camposantos, en cada tumba hay velas y diseños familiares destacando su creatividad, mi madre decía esa frase que quizás dijo su madre y su abuela: “En vida, en vida.”
Podemos comprender mejor después de ser los comensales de un banquete inaugurado por el placer de nuestra identidad abierta, difuminando los aromas de un arte culinario milenario difícil de resistir, solo así somos eso que deseamos y nos recreamos festivamente.
Quien pensaría que en estos empujones por dónde ahora caminamos se llegó a través del cine, un desfile de catrinas y catrines, lloronas y llorones, parafernalia moviendo nuestra voluntad de saber qué es la muerte sin que nos toque.
Domingo 30 de octubre de 2022.