Gracias, es un solo momento el necesario,
estar contigo,
observarte,
establecernos en la playa,
abrazados,
escucharnos y en esas pausas
que se asoman diligentes,
extender nuestros brazos al océano,
volviendo al origen,
mojarnos,
celebrarnos,
nadar la vida que nos toca,
la indispensable,
generosa.
Extendiendo esas manos diferentes,
vivas,
alcanzando rincones,
tocando corazones,
sentirnos agua,
amor,
océano,
oportunidad,
planeta,
universo.
Renacer del silencio a los latidos,
el tuyo,
el mío,
los otros,
los que unen,
los que somos,
de Acapulco al mundo,
sonidos que integran,
oleada amorosa en la bahía
que brilla de solidaria humanidad
que nos abraza.
GAPFER
Dicen que de poeta y loco tenemos un poco, yo animado en mi locura, gusto de escribir desde hace algún tiempo. Ahora mismo comparto contigo en este espacio que nos junta con el mundo, la amorosa reflexión en esta obra sencilla, en la que encontrarás la profundidad de un corazón latiendo en la creativa escritura que emana como sonrisas festivas. Te agradezco por visitar las veces que desees esta boya que indica algo en el océano inmenso de las letras, como la cercanía a un Puerto de poetas donde las palabras son las olas que llegan refrescando el alma.
Yo soy a lo corto y a la distancia solo un puente entre el corazón y el pensamiento que hacen de el espíritu creativo la oportunidad para liberar al ser humano e integrarse plenamente.
Te abrazo fuertemente por ser ese buscador que encuentra y llega tocando con los brazos abiertos de su inquietud humana.
GAPFER.