Voy por ti, al tiempo en que la tierra se agiganta, corriendo con paladar húmedo de ganas, en las constelaciones está el mapa, brillantez que guía mis pasos.
Saltando de risa en risa, la felicidad anima nuestro encuentro. Ni el día ni la noche es larga, hay un tiempo atrapando el objetivo.
Los altavoces acusan el próximo arribo, las maletas repletas de amor no son pesadas, los papeleos meros trámites se liberan escupiendo la ansiedad de las distancias.
Heme aquí en este instante en que el pasado se entromete, haciendo efímero el presente, sin embargo cuando el tiempo es amoroso se resuelve.
Al mirar tus ojos, los míos lloran y por la banda circulan las maletas, hay una carga en el corazón que no ha pagado sobrepeso.
GAPFER.
Octubre 12 de 2014.
Dicen que de poeta y loco tenemos un poco, yo animado en mi locura, gusto de escribir desde hace algún tiempo. Ahora mismo comparto contigo en este espacio que nos junta con el mundo, la amorosa reflexión en esta obra sencilla, en la que encontrarás la profundidad de un corazón latiendo en la creativa escritura que emana como sonrisas festivas. Te agradezco por visitar las veces que desees esta boya que indica algo en el océano inmenso de las letras, como la cercanía a un Puerto de poetas donde las palabras son las olas que llegan refrescando el alma.
Yo soy a lo corto y a la distancia solo un puente entre el corazón y el pensamiento que hacen de el espíritu creativo la oportunidad para liberar al ser humano e integrarse plenamente.
Te abrazo fuertemente por ser ese buscador que encuentra y llega tocando con los brazos abiertos de su inquietud humana.
GAPFER.