UN NARCISO QUE SE ASOME
Un narciso que se asome.
Fernando Galeana Padilla.
Los volveré a ver donde el sol caliente se burla del que sufre, en las oscuras ideas de causar el mal a otros, los miraré también con extrañeza, con miedo, encerrado en los prejuicios asoleados, me acostumbraré nuevamente al sufrimiento, la labor de hacer espacio peleando.
Será el río de sangre llevando la mía por delante, ahí no habrá un narciso que se asome, estará Caín y cualquier terrible monstruo antes ingenuo humano. Seré ejemplo de maldad, odio, venganza, crueldad.
Se erigirán los nuevos monumentos en el infierno, en esos bares repletos de gente drogada, se escucharán burlas queriendo simular felicidad, alegría; los signos de interrogación no llegarán nunca, es el ambiente de inconsciente modo el que no cambia.
El fuego permanecerá porque siempre hay quien le eche leña, así se morirá el amor, esas ideas vagas de armonía, la bondad, entre otras cuestiones y valores que también hablan de la compasión.
Desde cualquier sitio se verá la llamarada, ese será el signo de llegada, no habrá otro futuro ni mundos paralelos, no sé qué dice el apocalipsis ya no hay tiempo de leerlo, este momento es la eternidad del sufrimiento, la maldad que reina, siente su hedor, no hay regreso.