CUANDO VUELVA
Establezco en mi carácter de ser errante,
conciliar la flexible esperanza desgastada,
ordenarme la cabeza despeinada.
Cuando vuelva dibujará el arcoíris mi sonrisa húmeda
en el marco de un rostro descubierto,
sería quizás, antigua imagen de tus pensares.
He pasado un sin fin de veces como horizonte
que descubre las nubes enmarañadas
y sueltan sus amarres con un viento suave.
Un día extraordinario me sentí ser esa nube,
que desplazándose constante,
se sorprende, viajé despacio, con la voluntad de saber.
Como instante de esas noches recordé
aquella historia de infancia lánguida,
era la única persona carcajeando en sorpresiva Luna.
Los dichos encierran la sabiduría del que experimentó primero,
atreverse es entonar la canción en la memoria que conecta el alma.
Bajo el océano quise memorizar todo, es tan vasto,
necio orgullo pretencioso.
A tiempo cedí a la propia impertinencia.
Cuando se viaja, acompañan los cimientos de todos los contextos,
se va complicando sorber algo nuevo.
El colador sirve para separar lo esencial de la vida,
descargar un gran espacio para lograr sabidurías,
pareciera receta, mas son descubrimientos.
Recorriendo cual nómada, pierdes las líneas fronterizas,
lo universal es local y lo universal es divisa,
basta adentrarse en uno mismo.
Cuando vuelva, fue la frase que acuñé para la lápida de inciertos futuros,
repitiendo frases hechas de otras gentes.
Comprendo al volver, la naturaleza de ese viaje y en el Ser aprendo,
esa sencilla respuesta que se pospone en la inmediatez del yo humano.
Quedarse o viajar es lo mismo en el propósito de conocerse,
el Cosmos que está aparentemente retirado por físicas distancias,
recién explores introspectivamente, lo verás.
GAPFER