DONDE NOS REFUGIAMOS
Donde nos refugiamos.
Fernando Galeana Padilla.
Otra vez para qué, en el argumentar las voces van quedando en silencio, el viento pasa, no es un paso igual al de siempre, se lleva todo: esas cosas que nos cobijan, la sensación de ser invencibles, alguna ansiedad; cierto vacío se amplía.
Ninguna repetición narrativa es la misma. Las huellas de la playa se llenaron de lanchas, muebles, náufragos y miedos. La vida es viento que aterroriza, ruidos torbellinos, láminas silbando a muerte.
Un carrito de supermercado se vuelve el tráiler salvavidas, hacen tráfico en la avenida, no hay luz de neón en los bares, las cervezas corren con el calor de la tarde, es una vela para la noche. Apaga la sed de un infierno que quemó los cerros.
Los brazos cruzan calles, se juntan en la devastada ciudad y puerto, limpian sus casas, apoyan en sus trabajos, abren puertas destruidas, se mojan en el sudor solidario.
El corazón es el rincón donde nos refugiamos, un temblor nos hace cosquillas y reímos como cosa de gracia en la desgracia. Nos emocionamos y el llanto costeño se hace mar.
Allá por la Roqueta, va el sol avisando que la ayuda viene, que no tarda, mientras seguimos quitando los escombros; al terminar la jornada cenamos otra vez atún.
Despierto por tercera ocasión en esta noche, la luna vuelve a decirme que duerma, que descanse, cada ruidito me pone alerta. Los niños lloran por enésima ocasión, les doy una estrella y duermen tan a gusto abrazándose.
Lunes 27 de noviembre de 2023.