DESCANSAR
Cabeceo, resistiéndome al descanso, lanzo pensamientos distractores para mantenerme lúcido, este juego comienza con el tiempo.
Cuando la edad te atrapa, vuela como mariposa, el viento ayuda, también arranca las flores de mis sueños.
La mirada que sigue el revuelo de esas alas de colores, se entrecierra, se adormila, se suelta como un bungy.
Sobresaltado, aparento normalidad, volteo alrededor para saberme descubierto, una voz dulce, de mi esposa, me anima amablemente: Duérmete.
En la necedad de la mirada estoica, sonrío como siempre y cabeceo, allí donde despierto cada vez que el cuello se endurece, corre el frescor de las plantas y el aroma de brisa cómplice.
Me he negado a dejar el arrullo genuino de la naturaleza, hasta que mi mujer llama dos veces, entonces como hipnotizado avanzo hasta la alcoba.
GAPFER
Julio 26 de 2015.