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    Poema,  POETAS DE GUERRERO,  Puerto de Poetas

    En la ciudad de las grandes nubes.

    En la ciudad de las grandes nubes. Por Fernando Galeana Padilla. Te veo tan distante, en la ciudad de las grandes nubes, un poco más abajo del cielo infinito, por donde atraviesan las olas poéticas, de todas las voces que han podido alcanzar esas alturas. te veo desde un gran telescopio, tu pelo suelto y las comisuras de tu boca sonriendo. No usa energía alguna, no necesita limpiarse el lente, Me asombra cada día verte. Tú no me ves es claro, tú no me ves desde esa distancia, sólo hay un instrumento, uno sólo, por donde te contemplo. Diciembre 4 de 2018.

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    DESDE ESE SOL

    DESDE ESE SOL Por Fernando Galeana Padilla. Desde ese Sol que despierta dispongo la esperanza un mar se extiende en el horizonte abriéndose al cielo de infinitos sueños. Desde este espacio que no por reducido se limita, juega la vida implacable entre sus flores e insectos, con actitud optimista. Desde las frecuencias transitando llegan a los dispositivos, mensajes de nuevo día, atraviesan la atmósfera, rebotan desde los satélites a las repetidoras, a los oídos del corazón. Desde cualquier parte estoy comunicado, me asigno un horario para enfrentar los desafíos, grabo los pendientes que requieren mayor tiempo, comparto sabidurías ancestrales, las asimilo primero. Vuelve mi atención al día que transcurre en…

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    SENSACIONES DE UN ENCIERRO

    POR FERNANDO GALEANA PADILLA Entonces comenzó la música salieron con alas notas de claridad básica, volaban entre los rostros de mi infancia y la alegría que se desbordaba entre las copas. Perfecciones de una imaginación sin precedentes convertía una rosa en el beso deseado tanto tiempo, un rayo enloqueció mi mente, las oscuras sensaciones de un encierro arraigaban las libertades pasadas. Temía no ser el mismo, una línea que recorre incesante, apedrea, oprime los botones, sus códigos, te distrae creando las tormentas, desayunan lo mismo, pero era la música lo que realmente valía. Giraban los soles que llamamos luceros, giraba el amor que se quedó varado, todo enrojeció, se nubló…