AGARRARME LA OREJITA
Agarrarme la orejita.
Fernando Galeana Padilla.
A veces uno recuerda cosas absurdas: Yo me agarraba la oreja derecha con la mano zurda, estando acostado no tenía mejor posición para evitar las pesadillas y dormía de lado izquierdo, una almohada entre las piernas y otra algo boluda abrazándola con la mano derecha.
Era un método que aplicaba para evitar morirme cada noche, ser perseguido, ver pisar el freno del auto y no detenerse, tirarme de la quebrada solo para gritar igual que Johnny Weissmüller, en un sentido homenaje por vivir y morir en Acapulco.
Evadía hablar de eso por el temor que se recreaba cada vez que me acostaba, probé todos los trucos recomendados para dormir en paz, y sí, creí que uno funcionó, el que he recordado de agarrarme la orejita.
Llegué a pensar que en algún momento no tendría ningún problema durmiendo temprano y descansar, pero si no sigo ese ritual, siempre acabo mal en cada historia que me cuenta el sueño, hoy ya tomo un té una hora antes de subirme a la cama.
Esas hojitas ayudan mucho, llevo tiempo durmiendo tocándome la oreja derecha usando la mano izquierda y durmiendo de lado en esa misma posición, la almohada entre las piernas y otra más algo boluda abrazada por la otra mano.
Lo confieso, al despertar siento la respiración en el antebrazo, y aquí me darás la razón en eso de lo absurdo: tengo varios años repitiendo el mismo sueño, donde aplico curiosa estrategia para liberarme de esas pesadillas.