CUENTO

El genero del cuento, es una oportunidad para todo aquel que disfruta de leer y de escribir, nos abre muchas dimensiones en el espacio creativo, aquí te ofrezco la ocasión de encontrar algunas historias cortas que no por ello dejan de sostenerse con toda la fuerza de las palabras, las necesarias para hilar la idea o ideas que dan la secuencia para disfrutarse.

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    PARA QUE TE ENTRETENGAS

      Viajaba con la ropa empapada era según yo un día de esos inesperados, salí con el afán de pasar un rato entretenido después de la agobiante semana de trabajo en la fábrica, parece nada pero poner un maldito tornillo en segundos sin perder detalle de la única labor encomendada te desquicia, a veces me siento desperdiciado, como estúpido con mi atornillador eléctrico ensamblando pendejada y media que colocan dependiendo el día en la pasarela o como se llame, hasta el nombre se me olvida ahora, así estaré, en fin. Pero déjame contarte que pasó. Salí del cine, la película en parte descargó algo del peso que ponía tenso mis…

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    El TIMBRE ( Cuento )

    Sonó el timbre, algunos alumnos se pararon cual resortes y los otros, también se retiraron después de arreglar sus cosas; las butacas vacías quedaron en compañía del profesor Fuentes y Mendizábal, que había avisado que se quedaría por diez minutos después de la salida para una entrevista especial. Era el tercer año de secundaria, Valdemar Mendizábal, nunca faltó a una clase en estricto sentido, se caracterizaba por su puntualidad y su disposición al trabajo, había desarrollado una habilidad fundamental, era un devorador de lecturas, sus grandes ojos parecían haberle dotado de forma natural ese hábito, contrariamente a otros alumnos que competían férreamente por los dieces, Valdemar, nunca reclamó una calificación,…

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    CASA DE LECTURA Y CAFÉ (Cuento)

    Casa de lectura y café   Eso es lo que quiero, señaló el estante donde se leía el nombre de la editorial y el título del libro “El naranjo” de Carlos   Fuentes, excelente elección le dijo Cristóbal Zapata, al entregarle la obra. Había iniciado el día con su primer cliente; en cinco años se jactaba de conocer los gustos de los niños, jóvenes, hombres y mujeres, gente de la tercera edad, incluso homosexuales y políticos que acudían a alquilar algún libro o revista en su novedosa “casa de lectura y café” como se llamaba el aventurado negocio que fundó con los ahorros obligados que le entregaron al jubilarse. El pequeño…